Los andaluces se mofan de Espinar y Garzón: «Que dejen ellos la carne y el aire acondicionado»

El ex dirigente podemita Ramón Espinar afirmaba esta semana que en España «a lo mejor no puede haber tantos aires acondicionados». Unas polémicas palabras, que se unes a la invitación del ministro de Consumo, Alberto Garzón, a dejar de comer carne, o al ya famoso semáforo nutricional, que castiga al aceite de oliva o al jamón. Los andaluces, sin embargo, lo tienen claro: ni van a apagar el aire acondicionado -y menos aún a los casi 40 grados en los que está la región- ni van a dejar de comer carne.

«Para un joven puede llegar a ser incómodo, pero para las personas mayores es mucho más difícil vivir sin aire acondicionado», explica un joven andaluz a OKDIARIO Andalucía. Otra mujer, directamente, pide «que vivan ellos sin aire acondicionado». «Hace mucho calor. No se puede, en Sevilla no se puede vivir sin un aire acondicionado», subraya.

«Yo como carne porque me gusta la carne. Pero vamos, tampoco veo factible dejar de comerla. Si no tiene ningún problema la carne, ¿por qué vamos a dejar de comerla?», se pregunta la mujer. Otra señora, en esta ocasión americana pero que lleva más de 20 años residiendo en Triana, cree que la propuesta de Espinar es «una locura». «Hace mucho mucho calor, y hay que tener aire acondicionado. Obviamente. Es que incluso no es sano no usarlo, sobre todo para nosotros los mayores», explica.

«¿Menos carne? Pues a mí me ha dicho el médico que coma menos pescado, así que, ¿qué voy a comer? Yo no soy vegetariana. Hay que comer carne. Es bueno para la salud», concluye la americana.

Otra mujer andaluza afirma rotundamente que es «imposible estar en un piso encerrado sin el aire acondicionado, sobre todo aquí en Sevilla». «¿Que pongamos menos el aire acondicionado? ¿Perdona? Que cada uno que haga lo que quiera. ¿Nos van a poner normas para todo? ¿También para comer carne o poner el aire acondicionado? Cada uno con su economía y con sus gustos que haga lo que quiera», expone.

La conclusión es evidente: los pocos andaluces que este sábado paseaban por la sevillana Plaza de Cuba -la mayoría prefieren estar en casa con el aire acondicionado- rechazan categóricamente tanto el dejar de utilizar el aire acondicionado, como el comer menos carne.